El interés de gran parte de nuestra sociedad por cuestiones relacionadas con la nutrición y alimentación, surge más motivado por buscar una “solución milagro” para el sobre-peso/obesidad, que por el deseo de disfrutar de una correcta alimentación que redunde en nuestra salud y bienestar.

Entorno a esta cuestión proliferan todo tipo de recomendaciones dietéticas basadas en mitos y creencias con poco o ningún rigor científico. El público se ve literalmente bombardeado por dietas milagro y por toda clase de opiniones infundadas y contradictorias, y se encuentra en un lamentable estado de confusión.

Pero es que además sabemos que nuestro organismo se adapta a las situaciones que le vamos proponiendo, si realizamos una dieta restrictiva y desequilibrada, ocurrirá una disminución de peso mientras mantenemos este tipo de alimentación, pero tarde o temprano acabaremos abandonándola recuperando esos kilos de más.

Por esta razón, deberíamos intentar instaurar hábitos alimenticios saludables de manera progresiva, antes que realizar esas dietas imposibles que acaban estresándonos y llevándonos al indeseado estado de ansiedad.

La intervención dietética en el sobrepeso y en la obesidad se debería caracterizar no sólo por la implantación de un régimen dietético sino también, y de manera todavía más adecuada e indispensable, por la modificación de los hábitos alimentarios y estilo de vida.

“Ayudas ergogenicas” en la pérdida de grasa

Muchos han abusado del sustento científico para recetar de forma equivocada algunas sustancias que “supuestamente” pueden beneficiar en la reducción del peso graso o en la ganancia de masa muscular.

Sobre algunas sustancias de gran aceptación popular como “quemadores de grasas” (principalmente la Carnitina), debemos conocer que la Carnitina es un aminoácido sintetizado en el hígado y en los riñones a partir de la lisina y metionina. La L-Carnitina o butirato (beta-hidroxil[ganma-N-trimetilamonio]) es un cuerpo indispensable para la penetración de los ácidos grasos de cadena larga en las mitocondrias de las células, donde con posterioridad sufrirán la oxidación para la obtención de energía.

Hasta la fecha, no hay estudios serios que aseguren la oxidación de ácidos grasos in vivo, ni que ahorre glucógeno ni posponga la fatiga durante el ejercicio.

¿Ejercicios “milagro”?

Al respecto de supuestos ejercicios “milagro” que nos puedan conducir a pensar en eliminar la grasa de manera “localizada” con ejercicios (normalmente de fuerza y con elevado número de repeticiones), debemos entender que la movilización de “Ácidos Grasos Libres” desde el tejido adiposo es un fenómeno que depende de muchas variables. Las hormonas, al viajar a través del torrente sanguíneo, modularan la movilización de ácidos grasos en dependencia del flujo sanguíneo que presente una determinada región adiposa.

El flujo sanguíneo sobre el tejido adiposo podría modificarse con ejercicio físico (pero no en forma localizada), en dependencia del ritmo metabólico que presente este. Por tanto, el ritmo  etabólico de un determinado depósito adiposo determinará su ritmo de flujo sanguíneo, lo cual determinará el ritmo de envío de hormonas lipolíticas a estas regiones, pero este envío no dependerá del grupo muscular ejercitado.

Por esto, la creencia popular sobre la movilización localizada del tejido adiposo no tendría una base científica y debe ser erradicada. Por tanto, la utilización de la grasa corporal localizada no depende de involucrar a dicha zona mediante ejercicio, por muchos abdominales que hagas nunca quemarás esa grasa indeseada.

Al respecto de la utilización de algunos aparatos destinados a un supuesto entrenamiento “pasivo”, debemos considerar que los protocolos de entrenamiento que no promuevan una modificación del ambiente hormonal durante el ejercicio físico no serian tan efectivos con respecto a la reducción del contenido graso de los adipocitos.

Así por ejemplo, la utilización de electroestimulación no parece resulte tan efectiva con respecto a la modificación del ambiente hormonal que se produce al realizar Actividad Física regular.

Adrián Estrada Nadal

Lic. En Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

Especialista en Entrenamiento Personal

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