Son frases que estamos acostumbrados a escuchar en boca de deportistas de élite. Situaciones que suponen victorias en citas importantes, fallos que complican un partido que, en teoría, estaba controlado, o sensaciones percibidas por los deportistas sobre su rendimiento. La intensidad o nivel de activación, la concentración, la motivación,… son conceptos que están siempre muy presentes en el deporte pero, ¿Se pueden controlar y preparar en los entrenamientos? La respuesta es SI, claro que se pueden trabajar!
Todos y cada uno de los aspectos mencionados con anterioridad pueden ser trabajados a través de la Psicología del Deporte que, como bien su nombre indica, se hace cargo de las variables psicológicas que influyen en el deporte tales como la motivación, atención y concentración, cohesión grupal, comunicación, autoconfianza, gestión de las emociones, etc. Su finalidad principal puede resumirse en: “Desarrollar las habilidades Psicológicas y maximizar las capacidades de cada individuo, de forma individual y/o grupal con el objetivo de contribuir a su bienestar y potenciar su rendimiento”
A la hora de preparar a los equipos o deportistas para la competición suelen tomarse en cuenta el plano físico, técnico y táctico, pero en muy pocas ocasiones el plano mental cuando, realmente, es igual de importante que el resto. ¿Cuántas veces hemos visto a deportistas o equipos, en teoría inferiores, superar a otros mucho más grandes y “mejor” preparados?
Los Psicólogos del deporte solemos decir que; por muy buena preparación física que tengas, recursos técnicos impresionantes que poseas o cuentes con conocimientos tácticos envidiables, si tu cabeza no está preparada para aprovecharlos y ejecutarlos, nunca conseguirás rendir al 100%.
Además de potenciar el rendimiento de los deportistas, la Psicología del Deporte también puede aplicarse en beneficio de los entrenadores, directivos y demás profesionales del deporte. Es vital que un buen entrenador sepa comunicarse con sus deportistas, debe conocerlos bien y decidir correctamente qué puntuar en cada momento. Potenciar estas habilidades de comunicación es otra de las labores de la Psicología del deporte, contribuyendo a la fluídez del proceso de comunicación, desarrolando su estilo de liderazgo y afianzando el compromiso de los deportistas con el trabajo.
Este tipo de habilidades que desarollamos no solo son aplicables en el mundo del deporte sino también en la vida real. Cuando una persona está a gusto con el trabajo que lleva a cabo, rinde mucho mejor. Si un deportista desarrolla su capacidad de concentración durante los entrenamientos o es capaz de controlar y gestionar los nervios que genera la competición, podrá aplicarlo también en el plano académico mejorando así sus resultados en los exámenes.
Estas son algunas de las variables más importantes que pueden trabajarse desde la Psicología del Deporte, si estáis interesados en conocer un poco más sobre este ámbito y los beneficios que puede aportar, estáis todos invitados al I encuentro “Psicología y Coaching Deportivo” que celebraremos en colaboración con Deporte Alcalá. Nos gustaría acabar este artículo con una frase de un velocista americano que rezaba: “Por más fuertes que sean mis piernas, es mi mente lo que me convierte en un campeón».
Si queréis información personalizada acerca de nuestro trabajo, no dudéis en contactar con nosotros en la dirección de correo electrónico: madrid@libredon.org o luis.gonzalez@libredon.org