Este fin de semana se enfrentaban en el Pabellón Montemadrid dos firmes candidatos al ascenso a 1ª Autonómica: Juventud Alcalá y ADC Boadilla. Los alcalaínos llegaban con ganas de mantener su imbatibilidad durante este curso mientras que los madrileños estaban dispuestos a prolongar su racha de victorias en la segunda fase. En las gradas más de cien personas esperaban ansiosas el partido. En la pista se notaba la tensión de un partido importante.

Sabedores de los buenos inicios de partido de Juventud Alcalá, Boadilla saltó al campo concentrado y aprovecharon su superioridad en el juego interior para endosar un inicial 0-6 forzando un tiempo muerto local. La charla de Javier Iglesias surtió efecto entre sus jugadores. Cambió el sistema defensivo a zona 3-2 muy agresiva en media pista que se atragantó a los madrileños durante el primer cuarto y permitió a los alcalaínos dar la vuelta al marcador para acabar con un 20-11.

El segundo cuarto siguió la tónica del anterior. Aunque Boadilla lanzaba rápidas transiciones al cerrar el rebote defensivo le costaba alcanzar el ritmo alcalaíno. Dos triples consecutivos de Juventud Alcalá situaba la máxima renta del partido, 34-16, para júbilo de los allí presentes. Una pequeña reacción del equipo visitante con un parcial de 0-4 ajustaba algo el marcador al descanso, 34-20.

El partido parecía sentenciado para los alcalaínos. Quedaban dos cuartos para conseguir la 13ª victoria consecutiva pero Boadilla no había dicho aún su última palabra. Los madrileños saltaron enfuchados en el tercer cuarto, robando los rebotes en ataque, para cosechar un parcial de 0-10, 36-30, que abría de nuevo el partido. De nuevo, el mister alcalaíno pidió tiempo muerto para tapar la sangría bajo los tableros. Con el sonido de la bocina, Juventud Alcalá marchaba por delante en el marcador, 42-32, a falta de un cuarto.

El inicio del último período estuvo marcado por un intercambio de canastas que favorecía a los locales. El final del partido y la victoria estaban más cerca, pero un tiempo muerto visitante cortó el ritmo del partido. Juventud Alcalá no conseguía anotar y Boadilla logró una consecución de canastas para, a falta de tres minutos, situar en el luminoso un apretado 52-50. El coraje, garra y esfuerzo local permitió conseguir una nueva victoria, tras un parcial de 14-1, por 66-51 que les acerca un paso más a su objetivo: el ascenso.

 

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