Hay una máxima en el fútbol que dice que sin tirar a puerta es dificil ganar partidos. La falta de acierto de cara a gol de la RSD Alcalá ha pasado de ser una preocupación a convertirse en un problema.

En el partido en el que la afición rojilla se volcaba con la recogida solidaria de alimentos de la «Operación Kilo», dejando más de 200 kilos de alimentos a favor del Banco de Alimentos, el primer equipo rojillo sólo podía sumar un punto (1-1) en un partido muy discreto del conjunto entrenado por Fran Blasco ante Lugo Fuenlabrada.

Tras un emotivo minuto de silencio en recuerdo y memoria de Tomás Romero, el partido comenzaba con un Alcalá que quería tener la posesión del balón ante un Lugo Fuenlabrada al que tan solo le bastaba estar bien colocado en el terreno de juego para abortar en la frontal del área todos los intentos ofensivos del RSD Alcalá. Sin ocasiones de gol pasaban los minutos y era tan sólo el Lugo Fuenlabrada el que ponía a prueba a Juancho después de una falta lateral botada por Palacios que obligaba a estirarse al capitán rojillo.

Era un aviso de lo que ocurriría en el minuto 30 después de que Muñoz sorprendiera a Juancho con un lanzamiento de falta muy lejano que no atajaba el cancerbero local (0-1). El gol hizo daño a un Alcalá que sacó la garra en los siguientes minutos para por lo menos disparar a puerta. Primero por parte de Valcárcel desde la frontal del área, y después enviando un balón al larguero tras un remate de cabeza de Morato. Sin nada más que contar se llegaba al descanso.

Tras el intermedio, Fran Blasco buscó soluciones en el banquillo y daba entrada a Lombán y Palacios. Unos cambios que le dieron un ligero punch ofensivo al juego rojillo gracias sobre todo a peligrosas diagonales de Lombán que se quedaban siempre en nada en los metros finales. Los nervios aparecían en los jugadores rojillos y en la afición, que veía como una semana más los puntos volaban del Val. Pese a todo, primero Palacios y luego Morato, probaban fortuna sin éxito.

Pero una vez más, la calidad de Mateo salió al rescate, y a falta de dos minutos para la conclusión, el centrocampista rojillo botaba una espectacular falta que mandaba al fondo de la red para poner el 1-1 en el marcador. El gol enchufó al Alcalá y a la afición al partido y en los últimos minutos quiso morir en el área rival buscando la victoria a la desesperada pero con más corazón que cabeza.

Al final, tablas en el marcador, que no dejó contento a ninguno de los dos equipos y al RSDA pensando en intentar terminar el año puntuando a domicilio en un campo siempre complicado como es el del Navalcarnero.

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