La osteoporosis, una patología caracterizada por la pérdida de masa y la degeneración de la microestructura ósea, es común con el envejecimiento afectando principalmente a mujeres postmenopáusicas. Esta patología, además de dolor crónico, supone un aumento del riesgo de fractura ósea y por lo tanto del riesgo de caída, disminuyendo así la calidad de vida de las personas que la sufren.
Con el fin de paliar o disminuir la afección de esta patología a menudo estas personas acuden al tratamiento farmacológico y a la suplementación nutricional, las cuales son en muchas ocasiones necesarias y eficaces. Sin embargo, debemos ser conscientes de los grandes beneficios que un correcto plan de ejercicio nos puede proporcionar.
Como mostró un grupo de investigadores españoles en una revisión de numerosos estudios, la osteoporosis puede afectar tanto a jóvenes como a adultos y mayores, variando el tipo de ejercicio necesario según la población. De forma global, son necesarios ejercicios que provoquen un alto impacto a nivel muscular y óseo para obtener los mayores beneficios.
Así, el ejercicio de fuerza con cargas altas se muestra como uno de los más beneficiosos incluso en mujeres post-menopáusicas para mejorar la fuerza muscular y prevenir la pérdida de masa ósea, disminuyendo así el riesgo de caídas. Otras herramientas que se han mostrado eficaces son los ejercicios que supongan mejoras en el equilibrio y en especial las plataformas vibratorias, las cuales disminuyen la pérdida de masa ósea y muscular y aportan especiales beneficios disminuyendo el riesgo de caídas.
Por otro lado, el ejercicio ligero comúnmente realizado por estas personas, como puede ser andar o nadar, genera pocos beneficios a nivel óseo y menos aún si reducimos el nivel de impacto producido como al realizar ejercicio en el medio acuático.
Por lo tanto, debemos cambiar nuestra concepción del ejercicio físico en relación con la salud y entender que la marcha ligera o la natación no son siempre la mejor opción, siendo esto de especial importancia en aquellas personas con osteoporosis que requieren de actividades que supongan un elevado nivel de impacto para aumentar la calidad de sus huesos y así mejorar su calidad de vida.
Pedro L. Valenzuela. Investigador doctorando en la Unidad de Fisiología de la Universidad de Alcalá.