Como siempre ocurre cuando acuden ilustres invitados a la sede del Comité Olímpico Español, ha sido un día de emociones y reencuentros con motivo del homenaje a los deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos de México y Grenoble 1968 y Munich y Sapporo 1972.
Al igual que se hiciera para los olímpicos que acudieron a Juegos Olímpicos anteriores, el COE se ha vestido de fiesta para conmemorar el aniversario de la participación del Equipo Olímpico Español en las citas de 1968 y 1972. El NO-DO ha sido el encargado de poner imágenes a una delegación española que en México estuvo compuesta por 103 deportistas, en Grenoble por 19, en Munich por 123 y en Sapporo por 5.
El Presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, ha agradecido la presencia de todos los deportistas que representaron a España en las cuatro citas, ha elogiado la grandeza de los valores que representan, y ha manifestado su enorme satisfacción por poder compartir estos entrañables momentos con ellos. Así mismo, como viene siendo habitual, ha enfatizado que es de justicia reconocer que forman parte de la leyenda del deporte español y que son los precursores de la edad de oro que estamos viviendo.
José Perurena, actual presidente de la Federación Internacional de Piragüismo y miembro del Comité Olímpico Internacional, ha sido el deportista que se ha dirigido a los presentes en representación de los olímpicos de 1968 y 1972. Sus palabras han estado cargadas de añoranza, y se ha remontado a un deporte menos profesional y con menos medios que el actual, pero pleno de pasión y entrega. Ha señalado su condición de pioneros, y ha coincidido con el presidente del COE al entender que sin ellos no se podrían entender los éxitos del deporte español.
Cada uno de los deportistas ha ido subiendo al estrado para recoger un diploma acreditativo de este aniversario, y en sus caras se podía ver la nostalgia de una experiencia que cambió sus vidas. Entre ellos estaba el Presidente del Club de Atletismo Ajalkalá, Antonio Fernández Ortíz, fue atleta en los Juegos de Múnich 1972.
El mayor logro del momento fue el logrado por el esquiador Francisco “Paquito” Fernández Ochoa quien se alzó con la medalla de oro en la localidad japonesa de Sapporo. Al no encontrarse entre nosotros ha recogido su galardón su hermana y Lola Fernández Ochoa.
Mención aparte merece la gesta lograda por el boxeador Enrique Rodríguez Cal, quien logró la medalla de bronce en Munich 72. La lista de magníficos deportistas es prolija, pero es de justicia destacar la presencia del gran piragüista Herminio Menéndez, la del jinete Luis Álvarez Cervera que ha participado en seis Juegos Olímpicos y la del tirador Eladio Vallduví que ha acudido a cinco.
Aparte de los mencionados, se han dado cita en el COE historia viva de nuestro deporte como los nadadores Mari Paz Corominas, Santiago Esteva o Miguel Torres, los atletas como Ignacio Sola, Luis Felipe Areta, José Luis Sánchez Paraíso o Luis María Garriga, y los magníficos elencos de nuestros jugadores de Baloncesto, Balonmano, Hockey y Waterpolo quienes, así como el resto de nuestros representantes en estos Juegos, han ido recibiendo su merecido homenaje por parte de los presentes.
Los de México serán recordados por el fastuoso salto de Bob Beamon, la nueva técnica instaurada en el salto de altura por Dick Fosbury y el denominado Black Power. Los de Munich, por su parte, por el trágico atentado sufrido por la delegación israelí, por las siete medallas de oro que logró el nadador americano Mark Spitz y por la derrota de los propios americanos ante los soviéticos en la final de Baloncesto masculino.
Para el deporte español siempre quedará en el recuerdo la fabulosa medalla que “Paquito” obtuvo en 1972 en tierras niponas, y cómo subió al pódium con capa incluida.